Los tres pilares de la aportación de Nimzovich al ajedrez son profilaxis, centralización y bloqueo. Estos temas adquirieron tanta importancia con el tiempo, que bien podrían ser considerados grandes categorías estratégicas. Estas ideas capitales se convirtieron en un punto de inflexión en el enfoque del ajedrez como actividad humana. Cuando Grandes Maestros de la época creían que ya no se podía avanzar más, incluso que en un futuro no muy lejano todas las partidas serían tablas, Nimzovich amplió con su obra los horizontes del ajedrez. Enriqueció el juego de forma insospechada en ese momento, hasta el punto de que el conocimiento de estas bases teóricas resultaría indispensable para la comprensión del ajedrez actual.
Aarón Nimzovich (Riga, 1886 – Copenhague, 1935) nació en un año ajedrecístico por excelencia: cuando Steinitz y Zukertort disputaron el primer campeonato del mundo. Haber nacido en una ciudad y en una cultura amantes del ajedrez no podía ser un simple detalle en la vida de Nimzovich. A los ocho años aprendió de su padre los movimientos básicos del tablero, aunque no se dedicaría al ajedrez profesional hasta 1904. Fundador del Hipermodernismo, escribió además Práctica de mi sistema y The Blockade (El bloqueo). Sus más importantes logros como jugador fueron el Campeonato Panruso de 1914 (empatado con Alekhine), Marienbad 1925 (empatado con Rubinstein), Dresde 1926 (por delante de Alekhine y Rubinstein), Londres 1927 (empatado con Tartakower), Berlín 1928 (por delante de Bogoljubov, Tartakower y Réti), y, sobre todo, Carlsbad 1929, un macrotorneo de veintidós jugadores, en el que superó a Capablanca, Spielmann, Rubinstein, Vidmar y Euwe, entre otros destacados maestros.
Nota del editor
Mi sistema y Práctica de mi sistema son dos obras diferenciadas –aunque conceptualmente constituyen un único tratado teórico-práctico– en las que Aarón Nimzovich plasma sus geniales e innovadoras ideas acerca del ajedrez en el primer cuarto del siglo xx.
El trabajo de Nimzovich, considerado la primera aportación teórica a la ciencia ajedrecística, recibió incontables elogios, aunque no estuvo exento de críticas y polémicas, tal vez originadas por lo novedoso de sus conceptos.
Traducida directamente de la versión alemana de 1965, esta edición se presenta íntegramente transcripta al sistema de notación algebraico, y contiene además diferentes notas que enriquecen la perspectiva original.
El epílogo de Antonio Gude, incluido en Práctica de mi sistema y titulado “El hombre que resolvió el enigma”, nos brinda una perspectiva global de la obra y permite evidenciar la gran aportación de este genio del ajedrez. Las citas incluidas en este epílogo dan cuenta de ello:
“La contribución de Nimzovich a la teoría del juego posicional fue enorme. Su libro Mi sistema se convirtió en un manual imprescindible para muchas generaciones de jugadores”. Gari Kasparov
“La mayor contribución que Nimzovich legó al mundo (…) fue la elaboración de un nuevo vocabulario que hizo inteligible la hasta entonces pobremente articulada estrategia de los Grandes Maestros. Nimzovich poseía una capacidad especial para captar la esencia de una operación o estructura”. Raymond Keene
Autor: Aaron Nimzovich
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